El Santos de Brasil denunciará ante la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) que su equipo fue víctima de un “trato hostil” en el estadio Hernando Siles el miércoles, en ocasión de su visita a Bolívar por los octavos de final de la Copa Libertadores de América, y que su astro Neymar fue blanco de “actos racistas” de una parte de los aficionados.
Si la denuncia prospera, el Club Bolívar podría sufrir una sanción, lo más probable una multa, de parte de la Conmebol. Los brasileños, que perdieron el partido 2-1, reaccionaron ayer indignados por la agresión a Neymar, que aparte de haber sido impactado con una botella de plástico lanzada desde la tribuna, instantes después un hincha le lanzó un plátano, actitud considerada como racista.
La dirigencia de Santos anunció ayer que pedirá sanciones para los responsables. El presidente de la entidad de Sao Paulo, Luis Álvaro de Oliveira Ribeiro, dijo que lo que su equipo soportó “fue una guerra”, en alusión a algunos proyectiles lanzados desde las tribunas por aficionados, uno de ellos impactó en Neymar cuando se disponía a lanzar un tiro de esquina.
“Vamos a protestar, esto es un absurdo. Mandaremos un oficio a la Conmebol para que revise los criterios de seguridad de los equipos adversarios en la Libertadores”, declaró a la página electrónica del diario Lance de Río de Janeiro.
De acuerdo con ese medio, segundos después de que una botella vacía de gaseosa le cayó a Neymar, desde la tribuna le lanzaron un plátano. En la fotografía se ve al astro brasileño mostrando la fruta al público en señal de reclamo. Cerca de él estaban los futbolistas de Bolívar Jhasmani Campos y Rudy Cardozo gesticulando en procura de calmar a la gente, mientras el árbitro, el chileno Enrique Osses, sólo observaba.
Neymar —que no es la primera vez que recibe este tipo de agresión— declaró a los medios de su país, al final del cotejo en Miraflores, en términos desafiantes, recordando que la revancha será el 10 de mayo y prometió vengarse. “El juego no es sólo de ida, allá (en Brasil) ellos (los jugadores de Bolívar) van a ver”.
Más enojado reaccionó el técnico del club, Muricy Ramalho: “Tiran bananas, piedras y uno no puede reclamar. La Conmebol no toma ninguna medida. Le lanzaron una banana a Neymar, eso es algo horrible. Jugar acá en Bolivia es algo triste, ellos nos trataron muy mal”, afirmó Ramalho. Oliveira declaró que concentrará sus esfuerzos para que haya un castigo, aunque dijo que “es difícil lograr algo en una Conmebol hispánica”.
Según el presidente de Santos, al final del encuentro hubo más agresiones en contra de Neymar y de otros jugadores. De acuerdo con su versión, “tuvieron que salir corriendo de la cancha hacia los vestuarios porque desde las tribunas seguían lloviendo proyectiles. Eso no tiene que volver a suceder jamás”.
La revancha será el 10 de mayo. Santos quiere que se juegue en el estadio Pacaembú de Sao Paulo. Al brasileño le bastaría con ganar 1-0 para clasificarse a los cuartos de final de la Copa Libertadores de América.
La norma. Si Santos presenta la denuncia en contra de Bolívar por la agresión que sufrieron sus jugadores, será el Comité Ejecutivo de la Conmebol el que analice el caso, porque tiene facultades para ello. De acuerdo con el artículo 15, numeral 3 del Reglamento General de la Copa Libertadores de América, “el estadio del club local, el cual en ocasión del partido del certamen fuese invadido por los espectadores o se agrediera al árbitro, árbitros asistentes, jugadores, será inhabilitado para los siguientes partidos del certamen o para los que pudieran corresponderle jugar como local en el siguiente torneo.
Si el Comité Ejecutivo de la Confederación lo considera, puede reemplazar la inhabilitación por una multa, o castigar con un determinado porcentaje sobre la recaudación que le corresponda al club castigado cuando juegue como local durante el certamen o lo que pudiera corresponderle en el siguiente torneo”.
Los datos
Agresión 1
Cuando Neymar se aprestaba a ejecutar un lanzamiento de esquina durante el segundo tiempo, en el arco norte, fue impactado por una botella vacía de plástico.
Agresión 2
Los medios brasileños informaron ayer en sus sitios en internet que instantes después de ese acto, al futbolista le llegó un plátano, que es considerado un acto racista.
Agresión 3
De acuerdo con la versión de Santos, al final del partido “llovieron proyectiles” contra los jugadores que “tuvieron que ingresar a los vestuarios corriendo” para no ser alcanzados.
También le pasó en Londres
No fue la primera vez que Neymar se sintió agredido mediante un acto racista, ya le ocurrió cuando jugaba con su selección en Europa. Algún aficionado escocés le lanzó un plátano al delantero brasileño, durante el partido que su selección disputó contra la de Brasil en Londres, y que culminó con victoria brasilera 2 por 0.
El joven jugador de 19 años, pretendido por varios equipos europeos, declaró no haber visto el lanzamiento del plátano, aunque sí lo vio en el suelo, cerca de la línea de banda. "Es triste que sucedan estas cosas, pero no voy a preocuparme demasiado por ello", declaró.
Poco después sostuvo que "hay que rechazar cualquier acto racista, siempre. Neymar había sido preguntado por la televisión de su país al abandonar el terreno de juego. "El racismo siempre es algo muy triste. Salir de nuestro país y ver un gesto así es muy triste. Pero no hablaré mucho de ello”, insistió.
Otra víctima fue Roberto Carlos
En el fútbol ruso
El año pasado, el futbolista brasileño Roberto Carlos, del Anzhi de Rusia, fue hostigado por los hinchas del equipo contrario, el Zenit, quienes le mostraron una banana tildándolo de “mono”, momentos antes del partido jugado entre ambos equipos por el torneo ruso.
Segunda vez
El futbolista sufrió una nueva agresión en Samara, donde un fanático del equipo local le lanzó una banana cuando el equipo del brasileño se imponía 3-0. Roberto Carlos tomó la banana y volvió a tirarla a la tribuna antes de dejar el campo con el rostro tenso, sin aguardar el silbato final.
Sancionado
La Federación Rusa de Fútbol inició una investigación y dio con el autor del hecho, a quien castigó prohibiéndole el ingreso a los estadios de ese país. La situación no volvió a repetirse.
(La Razon)