El jugador argentino dejó al equipo que lo tiene como ídolo, pero no puso fin a su carrera. La lista de interesados en su pase incluye clubes de Argentina, España y hasta China y Qatar
En agosto de 2010 Juan Román Riquelme firmó en Boca un contrato que vence en junio de 2014. Pero hoy, tras la perder la Copa Libertadores ante el Corinthians de Brasil y declararse "vacio" en lo futbolístico, su futuro es incierto.
Es aún demasiado pronto para saber adónde continuará su carrera, aunque el panorama está acotado a sus preferencias. Riquelme quiere para sus últimos años como futbolista jugar en un club donde se sienta cómodo, junto a que lo contenga y valore.
Uno de ellos es, sin duda, el Villarreal de España. Román fue figura del "Sumbarino Amarillo" entre 2003 y 2006, lapso en el que el club termió tercero en la liga y jugó Liga de Campeones de Europa y a Riquelem como figura.
La actualidad del Villarreal es hoy bien diferente al de aquellos tiempos: jugará la próxima temporada en Segunda. Román ya avisó, apenas consumado el descenso, que estaría disponible para el club en el momento en que lo necesitaran.
En Argentina, la mayoría de los clubes le abrirían las puertas de par en par pero, después de Boca, Riquelme sólo elegiría a dos: Argentinos Juniors y Tigre.
El primero porque allí hizo su camino en las divisiones inferiores. El segundo porque se crió en ese barrio y en varias oportunidades declaró su afecto por la institución.
Las ofertas, sin embargo, también llegan desde varios miles de kilómetros: hace menos de un mes, quien le ofreció jugar en su equipo fue Sergio Batista, DT del Shanghai Shenua de China: "Hablé con Riquelme para que venga y me dijo que tras la Copa lo iba a pensar", anunció Batista.
También de Qatar y de los Emiratos Árabes han tentado a Riquelme.
Hoy, todo está por verse. El momento de decidir seguramente no sea por estos días el adecuado. Tiempo y ofertas le sobran. Talento también.
Hoy, todo está por verse. El momento de decidir seguramente no sea por estos días el adecuado. Tiempo y ofertas le sobran. Talento también.
(Infobae)
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