Era un sueño que debió hacerse realidad en 18 meses, pero ya suman 54 y no pasa nada. Es más, las obras del estadio de la Asociación Cruceña de Fútbol (ACF), ubicadas en el kilómetro 12,5 de la carretera al norte (a lo diagonal del aeropuerto Viru Viru), están paralizadas desde hace año y medio. Además corren el riesgo de no concluirse tras acabarse el financiamiento de Venezuela a través de su embajada; mientras esto sucede la asociación sigue sufriendo con la realización de sus campeonatos por la falta de un escenario propio.
Ante este desolador panorama, la empresa S&L Ingenieros ha optado por enviar informes y descargos de la obra a la embajada de Venezuela, a la espera de recibir una respuesta de conformidad. Si eso sucede, y ante la falta de financiamiento, S&L planea entregar la construcción como está a la ACF o al Gobierno. “Nosotros no podemos recibir el escenario sin que esté concluido. Hace dos semanas enviamos una nota al presidente Evo Morales para tocar el tema y no hemos recibido respuesta alguna”, explicó Pablo Salomón, secretario general de la ACF. El dirigente agrega que la asociación siempre tuvo una persona viendo los avances en la infraestructura. “De nuestra parte hemos cumplido, pero lo que está fallando es el financiamiento”, sostuvo.
Por su parte, el Gobierno ha ordenado una auditoría de la obra a través de la Alcaldía de Warnes, que está en marcha. “Estamos en orden. Ya entregamos la documentación. Somos los más interesados en que continúe la construcción hasta que se concluya el estadio o si no hay dinero entregar la infraestructura al Gobierno o a la ACF”, sostuvo S&L Ingenieros.
El presupuesto para construir el estadio era de $us 3.249.000, de los cuales ya se han hecho dos desembolsos de $us 1.300.000 cada uno. El restante y que fue el que paralizó la construcción, que tiene un avance del 80%, era de $us 629.000. “Cuando cumplimos con el avance del primer monto que recibimos, también tuvimos que parar durante varios meses y esperar el segundo desembolso”, recuerda S&L.
S&L Ingenieros aclaró que el costo inicial aumentó en Bs 12.000.000, y que ahora el valor llega a los $us 5.000.0000. El encarecimiento se da por varias variables, entre ellas que el precio de la tonelada de fierro tenía un valor de $us 450 en el inicio de la construcción y que ahora cuesta $us 1.150. También la mano de obra subió bastante. Además tuvo mucho que ver que el proyecto era para aplicarse a una población de Chapare y por ello tuvo que ser adaptado al terreno de Santa Cruz.
Al detalle
Una alternativa. Aunque hubo críticas por su ubicación por estar en una zona alejada (kilómetro 12,5 al norte) y que actualmente tiene solo una vía de ingreso, el estadio de la ACF debía ser un escenario alternativo para el Tahuichi, que tiene una sobreutilización durante la temporada.
Capacidad. Según el proyecto, el escenario de la ACF debe tener una capacidad para 21.000 espectadores, cantidad que se pretendió reducir a 15.000 para que el costo de la obra no aumentara.
Amplio terreno. La zona donde se está edificando el escenario cuenta con 21 hectáreas. En el lugar se pretende realizar obras que no son parte del actual presupuesto.
Beneficiados. Esta obra debía beneficiar a más de 3.000 futbolista, que son los que intervienen en las diferentes categorías de los torneos de la ACF. En un primer momento se informó que el escenario se iba a utilizar para la Primera A.
El material comienza a deteriorarse
Un año y medio es bastante. En ese tiempo que llevan paralizadas las obras del estadio de la ACF la maleza ha tomado el lugar, que está a cargo de un sereno cuyo sueldo corre por cuenta de la empresa S&L Ingenieros, que aseguró que gran parte de su material se está deteriorando porque está expuesto al sol y la lluvia.
“También los malvivientes han intentado robar madera, pero como tengo cuatro perros bien bravos por suerte los he ahuyentado”, sostuvo el sereno Jesús Suárez, que agregó que en los últimos meses los únicos que se interesaron en el estadio son los medios de comunicación.
El camino para ingresar al escenario también lo está cubriendo la maleza, y dentro de poco los vehículos tendrán que estacionarse sobre la carretera. En este lugar hasta diciembre de 2010 estuvieron trabajando entre 80 y 100 personas.
La cifra
18
Meses
Es el tiempo en el que debía construirse la obra. Ya pasaron cuatro años y medio y no se la concluye
(El Deber)
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