El encuentro inaugural, que finalizó con empate a uno, nos obsequió con las dos primeras expulsiones del campeonato y el primer penalti fallado por parte del centrocampista heleno, Karagounis.
Lewandowski, celebrando un gol con Polonia
Quizá el calificativo de decepcionante sea un poco duro, pero el partido inaugural entre Polonia y Grecia desde luego no dejó un gran fútbol sobre el césped del Estadio Nacional de Varsovia. Un empate a uno entre polacos y griegos que evidenció las carencias de estas dos selecciones, que aspiran a pasar a la siguiente fase, pero que en el día de hoy no dieron muestras de querer estar es cuartos de final.
Aunque si hubiera que poner a un equipo por encima del otro ese sería a Polonia. Por lo menos los anfitriones lo intentaron desde el principio. Polonia salió a buscar el gol desde el primer momento, aunque luego las ideas se les desvanecieran a medida que se aproximaban al área rival. Polonia no quería decepcionar y trató de llevar la iniciativa nada más pitó el inicio de partido el español Velasco Carballo. Muy bien Piszczek desde la banda. El lateral diestro llevó casi todo el peligro de su equipo en los primeros compases de partido. Y en una de estas apareció la estrella de Polonia. A los 20 minutos Lewandowski cabeceó un balón que provenía desde la banda. Polonia se ponía por delante en lo que parecía ser una exhibición de verticalidad y contragolpe. Pero nada más lejos de la realidad.
Grecia hasta el momento no se había enterado de la pelicula. Sin velocidad y sin movimientos, solo Karagounis parecía no renunciar a tener el balón. Y en esas llegó una de las acciones más polémicas del partido. Velasco Carballo expulsó a Papastathopoulos por doble cartulina amarilla. Muy riguroso el juez español, que dejaba así con uno menos a Grecia y el partido muy de cara para Polonia.
A la vuelta del descanso, Fernando Santos introdujo en el terreno de juego a Salpingidis por Ninis, muy desaparecido este último como generador del último pase en la primera parte. Y Polonia, en lugar de buscar matar el partido se metió cada vez más atrás. Los griegos lo aprovecharon y casi de manera imperceptible tuvieron dos leves aproximaciones a la porteria de Szczesny. En una de estas llegó la tragedía para Polonia.
Grecia es siempre un equipo peligroso y cuando parecía que estaba muerto, apareció Salpingidis. Un desajuste en la marca inidividual de Wasilewski y una mala salida de Szczesny, sirvió para que el delantero heleno, que acababa de entrar, hiciese el primero de Grecia y empatase el partido. A partir de entonces el oficio griego salió a relucir y Polonia no se recuperó del shock del gol.
Grecia se juntaba atrás y Polonia no encontraba ningún hueco por el que penetrar. En una contra de los griegos llegó la otra gran acción del encuentro. Szczesny fue expulsado a veinte minutos para el final. Vio la cartulina roja por derribar dentro del área Salpingidis. El penalti lo lanzaría Karagounis, el alma de la selección griega. Su veteranía debía haber sido suficiente, pero el lanzamiento fue parado por Tyton, que sustituía al guardameta expulsado.
Tyton salvó a Polonia y ahí se acabó el partido. Grecia se recogió más aún y Polonia buscó timidamente la porteria griega, pero con más miedo a perder que a conseguir la victoria. Y en este si pero no se nos fue el primer partido de la Eurocopa 2012. Polonia no dio la imagen que se podía esperar de una anfitriona y Grecia aprovechó la ocasión que tuvo para no perder el rumbo tan temprano en esta Eurocopa.
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