Blooming y Oriente se enfrascan en una batalla legal
Los dirigentes de Blooming ya tienen la imágenes de Gulaberto Mojica, cuando hace ademanes a su hinchada. También pedirán que se castigue al técnico Erwin Sánchez por insultar |
El clásico tuvo un bochornoso epílogo, ya que un petardo explotó cerca de la humanidad del DT albiverde y de un par de jugadores, la curva poniente acabó en llamas y varios padres con sus hijos en brazos huyeron por los gases químicos arrojados por la Policía, sin medir consecuencias.
Personal administrativo y miembros de ambos directorios han comenzado a recabar videos, audios y fotografías sobre los escandalosos hechos suscitados el domingo. Blooming tiene dos denuncias para presentar al TJD. La primera es contra Gualberto Mojica, a quien acusa de incitar a la violencia por hacer gestos a la hinchada. “Creemos que fue una provocación hacia nuestra hinchada y por esto pediremos que se abra un proceso disciplinario en contra de este jugador”, dijo Osvaldo Paz, gerente administrativo de la academia cruceña.
La dirigencia celeste ya tiene en su poder el video donde se lo ve al jugador de Oriente haciendo gestos a la barra de Blooming. También está elaborada la denuncia en contra del DT refinero, Erwin Sánchez, a quien sindican de insultar públicamente mediante los medios a todas las personas que asistieron al estadio.
Si bien el castigo lo determinará el TJD, entre los antecedentes está lo sucedido en 2007 con José Alfredo Castillo y otros jugadores albiverdes que celebraron un gol imitando a una gallina, lo que les costó cinco partidos de suspensión, sanción que puede repetirse en esta ocasión.
Oriente no se duerme, también tiene elaborada una denuncia contra Blooming, que ofició de local y que era el responsable de lo que pudiera suceder dentro y fuera del estadio Tahuichi. Richard Méndez, secretario general del club, señaló tener todo preparado para denunciar a Blooming por la inseguridad que había en el Tahuichi, tanto para los jugadores como para los espectadores. En la demanda señalarán que no se colocó las mangas reglamentarias para este tipo de partidos, dejando de esta manera expuestos a los dos planteles al antojo de los integrantes de la barra brava de Blooming.
Dejan en evidencia el escaso control ejercido por los efectivos policiales, el personal de la empresa de seguridad privada y de los mismos organizadores en las puertas de ingreso. Por este motivo se introdujeron grandes cantidades de bebidas alcohólicas y petardos. Otro aspecto criticable es que los celestes no tuvieron la precaución de llevar un carro bombero para controlar algún tipo de incendio, que pudo suscitarse cuando la basura de una de las curvas comenzó a arder.
La Policía y la Fiscalía no brindaron ningún informe sobre los excesos cometidos durante la represión a los barras, en el que emplearon gases lacrimógenos contra niños. Representantes de ambos organismos se excusaron de explicar lo sucedido argumentando que estaban en reuniones.
Las mangas, guardadas
En uno de los depósitos del estadio Tahuichi se encuentran las mangas de seguridad que absequió la empresa AeroSur para brindar seguridad en los partidos del torneo de verano, que se disputaron desde 2003 hasta el año pasado.
En Blooming, que auspició de local en el clásico, no se enteraron que estaban los inflables, pero además no estaban autorizados para utilizarlos, pues el principal patrocinador es Entel.
“Nosotros no sabíamos que habían mangas, pues en su momento AeroSur y recientemente Cine Center contaban con las suyas, pero nosotros no tenemos autorización para utilizarlas, pues además tienen leyendas de empresas que no son las patrocinadoras”, señaló el gerente de Blooming, Osvaldo Paz.
Por su lado, Juan Carlos Malale, administrador del estadio, explicó que las mangas de AeroSur sirven, pero que no se tenía la autorización para colocarlas, debido a que no tienen patrocinador. Tras el incidente del domingo, el funcionario del Tahuichi, indicó que hay la posibilidad de que el Servicio Departamental de Deportes (SDD) adquiera nuevas mangas, aunque primero deberán consultar con la Liga del fútbol Profesional Boliviano.
El veedor del partido Enrique Conde, no exigió las mangas de seguridad, como establece el artículo 58 del reglamento general del campeonato, que establece que debe determinar antes del encuentro si es que los equipos y la gente tienen la seguridad necesaria.
Art. que contemplan la figura
Art. 56 Reglamento de campeonato. En este artículo se deja en claro que el club que oficie de local será responsable de todos los actos antideportivos que se originen en su estadio y sus alrededores, además de estar obligado a brindar todas las seguridades del caso de acuerdo al Código Disciplinario de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF).
Art. 40 Código Disciplinario FBF. Si durante la realización de un partido de fútbol se produjeran agresiones, se arrojen proyectiles al terreno de juego destinado a impactar en las personas que reglamentariamente se encuentren dentro del mismo, el club que actúe de local será sancionado con la suma de un mil dólares americanos ($us 1.000).
Art. 70 Código Disciplinario FBF. El jugador que antes, durante o después del desarrollo de un partido, ofendiere o provocare al público con insultos, gestos, ademanes o de cualquier otro modo, será sancionado con la suspensión de cuatro partidos. Si las ofensas o actos fueren de extrema gravedad, la sanción podrá implicar la suspensión del infractor hasta por un año.
Estarán en observación
El cuerpo médico de Oriente, que comanda el doctor Roberto Ferreira, espera que el defensor Rubén Darío Carballo y el técnico, Erwin Sánchez, estén recuperados luego del estallido de petardos cuando ingresaban al túnel del equipo visitante tras el final del clásico ante Blooming, disputado el domingo en el estadio Tahuichi.
“Hoy hubo un día libre y ninguno de los afectados me llamó, así que esperemos que ambos estén bien”, señaló Ferreira, que también sintió la onda sonora de los cohetes, pues estaba a pocos metros de ‘Platiní’. “Me quedé sordo de un oído por un buen tiempo”, señaló el galeno.
La preocupación de Ferreira pasaba porque Sánchez y Carballo tengan alguna lesión grave en el sistema auditivo, pues el fuerte estruendo puede ocasionar que el oído se reviente y de esta manera traer peores consecuencias.
Los afectados serán hoy revisados por el médico para ver si la recuperación evoluciona favorablemente.
Por dentro
Control. La mesa de control está desprotegida, pues el reglamento dice que tiene que estar en una casamata, que hay y no es utilizada.
Solo miran. La gráfica muestra que los policías no les interesa la seguridad de los hinchas, pues están observando las incidencias del clásico, que terminó con un espectáculo bochornoso.
Hubo poco daño en la curva oeste
La rápida intervención del personal del estadio y del Centro de Operaciones de Emergencias Departamentales (COED) evitó que el fuego en la curva poniente, donde se asienta la barra de Oriente, dañe las graderías.
Juan Carlos Malale, administrador del escenario deportivo, dijo que por suerte el fuego no tuvo la intensidad ni el tiempo suficiente como para calentar el concreto y hacerlo explotar, ya que rápidamente fue controlado para evitar que se propague a otros sectores, donde ocasionar más daños.
El encargado del Tahuichi, informó que si bien la estructura del estadio no sufrió daños, sí la pintura nueva que se había colocado sobre las graderías, ya que recién se estaba comenzando a pintar y para mala suerte se inició desde ese sector.
Al ser consultado sobre quién se hará cargo de estos costos, Malale fue claro al indicar que todos estos gastos extras deben correr por cuenta del club Blooming, organizador del clásico número 159.
La dirigencia de la academia, que desembolsará Bs 7.000, ya anunció que correrá con los gastos que le corresponden, pues el reglamento del campeonato establece que debe ser así.
Faltó
Bombero. No hubo un carro bombero, como establece la norma de seguridad del espectáculo futbolístico.
Mangas. En partidos de alto riesgo las mangas son imprescindibles. El domingo no hubo ninguna protección. Cuando Guabirá estaba en la Liga, lo obligaron a poner una manga.
Revisión. El control de revisión del clásico falló, pues dentro se observó muchos petardos y fuegos artificiales. No hubo requisa.
“No estábamos autorizados para poner las mangas, aunque estén acá”
C. Malale / Adm. del Tahuichi
(El Deber)
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